primeras palabras

Hace 9 años cuando me convertí en The Flying Soprano, no me imaginaba el camino que recorrería. Hoy, a pocos de días del primer cumpleaños de mi bebé, reflexiono sobre todos los sueños que he tenido y cómo se han sido materializando. Nunca como ni cuando yo quería pero cuando lo necesitaba.

Empecé a componer con 16 años y en ese momento sólo una persona creyó en mi (y esa persona no era yo). En el camino recibí muchos NO, lo que más escuché es que nadie quería escuchar canciones positivas, ni inspiracionales. El mundo necesitaba diversión, beats, “si tu me quemas yo te quemo” eso no es nada nuevo. Por muchos años guardé mis canciones en mi corazón y en mis cuadernos de adolescencia.

10 años después conocí a Pablo, mi productor. Él también creyó en mi desde el día 1 y adivinen qué? Yo todavía no creía en mi. Hoy estoy aquí con 40 años escribiendo sobre cómo escribo canciones que conectan con muchas personas. Una parte de mi está empezando este blog para convencerme de que no es demasiado tarde, que hay oportunidades para contar las cosas que me pasan, las historias reales.

En menos de 20 días estaré en Costa Rica presentando mi proyecto musical a agentes de la industria. Estoy super nerviosa, porque todavía no confío en mi al 100% pero lo intentaré.

Ahora que soy mamá tengo un nuevo propósito con mi música: cuando ya no esté en este mundo espero que Laia pueda conocerme a través de mis canciones y sentir que la acompaño cuando escuche mi voz.

Por ahora me despido,

Su Hada de Mar